lunes, 5 de diciembre de 2011

Por esos momentos que se merecen música de fondo.

Aún me recorren la espalda los ya habituales escalofríos cuando me besas, al igual que aún me derrito cuando tengo tan cerca tus ojos color miel. Como si fuera la primera vez. Pasarán los días, y puedo olvidar lo que me dijiste, lo que hiciste, pero nunca olvidaré cómo me hiciste sentir. Me ahogo en un océano de bienestar cuando susurras un te quiero inesperado, desfallezco cuando me miras a los ojos y me transmites tanto con tan poco. En esos instantes de plenitud, podría enfrentarme al mundo sin pensar, ligera, rozar el cielo con la yema de los dedos y volar entre las nubes, rebosar pedacitos de satisfacción por cada poro de la piel. Retroceder y vagar entre recuerdos... "te quiero, te quiero, te quiero... eres preciosa", y luego una rosa, y más risas; dando lugar a una noche inolvidable. Otro recuerdo no muy lejano... "Porque te quiero... mucho" acompañado de una oleada de miradas sinceras y sutiles confesiones, con la Luna como espía y el amor como fiel compañero. Pequeños flash-backs en los que encanta sumergirse. Eternos instantes en los que mi fuero interno se sincera y piensa "ya está, no hay vuelta atrás, si él se va se lo lleva todo consigo"


1 comentario:

  1. DIOS.
    Es de las cosas mas romanticas que he leido en años ... Estoy sin palabras *__________*

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