viernes, 12 de octubre de 2012

"¿Sois felices?"

Agarrada a vuestras manos, no me sentí insignificante al mirar las estrellas. 



-¿Sois felices?
-¡¡Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!

miércoles, 10 de octubre de 2012

Amor,

te juro que la sorpresa me llevó a otros días. Mientras caminaba por el pasillo de velas me preguntaba qué era lo que me retorcía por dentro, que me daba esa sensación de asfixia en lo más profundo de mí. Lo supe en cuanto llegué a tus brazos, y es que allí, trajeado y con tu mejor sonrisa comprobé que todo aquello me recordaba al principio. Pero no al nuestro en general, sino al tuyo en particular. Me recordaste al chico al cual yo ya conocí con cara de pícaro, que todavía no había sido engullido por el amor, al que no se le habían dulcificado las facciones con el paso de los doses. Y es que, mi vida, el amor te ha hecho otro. Comprobarlo en tus pupilas me verificó que me has hecho parte de ti.



sábado, 6 de octubre de 2012

I will make better mistakes tomorrow.

Tenemos en nuestras manos el poder de hacer suceder. Suceder sin más. Manejamos la esencia de las casualidades y jugamos con nuestro porvenir con cada pequeña decisión, que nace siendo expectativa en nuestras pupilas, en forma de intenso destello. Si ganamos será nuestro mérito y si perdemos, nuestra carga. Para lo bueno y para lo malo, la consecuencia seremos nosotros mismos. Desde que me siento tan vulnerable, entiendo el destino. No es más que la vía de escape de los cobardes, de los débiles, de los que giran la cara hacia otro lado cuando es lo malo lo que hemos hecho surgir. Porque hemos sido nosotros, cuando nos hieren lo fácil es culpar al destino, "quizá la vida lo prefiere así", y el dolor parece que sana, pero lo único que hace es camuflar para después, resurgir. Nos hace valientes, fuertes y tenaces reconocer que somos causas y consecuencias, que si caes es porque tú mismo pusiste la piedra, que si duele mirarás, ya no al dolor, sino a la herida de frente y le plantarás cara hasta que hayas sanado, sin tener que recurrir a salidas que acaban siendo entradas.